Paremias
Aforismos de Joan Pined
Amar es navegar un río que cambia de cauce con cada beso.
Cada caricia deja un rastro que el tiempo no puede borrar.
El deseo es un eco que regresa de donde nadie lo llamó.
Entre tus brazos, la eternidad cabe en un suspiro.
Amarte es aprender el idioma secreto que tu piel habla.
Cada abrazo es un universo comprimido en un instante.
Besarte es descubrir la melodía que tu silencio entona.
El amor es un incendio que no quema, solo transforma.
Cada mirada es un espejo donde nos reinventamos.
Desear es rozar lo imposible y sentirlo real.
Amarte es un viaje sin mapas ni brújula.
Cada roce de piel escribe un poema que nadie leerá.
El deseo es la sombra que acompaña la luz de tu cuerpo.
Entre tus labios, el mundo se vuelve diminuto y eterno.
Amar es tocar el corazón del otro sin que lo note.
Cada suspiro guarda un secreto que solo tú escuchas.
Besarte es un acto de rebeldía contra la rutina.
El amor se oculta en los gestos que parecen triviales.
Desearte es encontrar fuego donde nadie encendió la llama.
Amarte es aprender a perderse y encontrarse a la vez.
Cada abrazo es un pacto silencioso con la eternidad.
El deseo nace donde la razón se rinde.
Besarte es dibujar constelaciones sobre la piel.
Amar es un acto de valentía que ocurre en silencio.
Cada caricia es un mapa hacia lo que aún no sabemos.
El amor es un río que fluye entre nuestras dudas.
Desear es escuchar la música que solo tus ojos tocan.
Amarte es sentir que el tiempo se detiene sin avisar.
Cada roce es un instante que se niega a desaparecer.
El deseo vive en lo cotidiano y lo convierte en extraordinario.
Besarte es robarle al tiempo un instante eterno.
Amar es escribir sin papel y leer sin ojos.
Cada suspiro es un verso que se esconde en tu piel.
El amor es una danza que solo los cuerpos conocen.
Desear es encontrar luz en la sombra del otro.
Amarte es escuchar la melodía que tu cuerpo compone sin saberlo.
Cada abrazo guarda un mundo que nadie más puede tocar.
Besarte es sentir que el mundo cabe en un solo momento.
El deseo se multiplica en la memoria de lo prohibido.
Amar es abrir ventanas donde nadie había pensado.
Cada caricia es una revolución silenciosa.
El amor se escribe en los pliegues de la rutina.
Desear es tocar lo invisible y sentirlo real.
Amarte es un riesgo que el corazón acepta sin miedo.
Cada mirada es un mapa de territorios secretos.
Besarte es dibujar sueños que se resisten a desaparecer.
El deseo es un hilo invisible que une piel con piel.
Amar es aprender a respirar en la respiración del otro.
Cada suspiro es un instante que nunca volverá igual.
El amor es una melodía que no necesita instrumento.
Desear es navegar un océano sin brújula ni orilla.
Amarte es encontrar calma en el caos de la pasión.
Cada roce es un verso que solo tu piel puede leer.
Besarte es abrir puertas que nadie más sabe que existen.
El deseo habita donde la razón no se atreve a entrar.
Amar es un acto de rebelión contra el olvido.
Cada abrazo es un territorio conquistado y perdido al mismo tiempo.
El amor se siente más en lo que callamos que en lo que decimos.
Desear es aprender a escuchar la voz que no pronuncia palabras.
Amarte es una forma de resistir la indiferencia del mundo.
Cada suspiro es un secreto que viaja entre nuestros cuerpos.
Besarte es descubrir que el tiempo se arrodilla ante nosotros.
El deseo es la chispa que convierte lo cotidiano en milagro.
Amar es un fuego que no quema, sino que transforma el aire.
Cada mirada es un espejo donde nos descubrimos infinitos.
Desear es tocar lo que nunca se deja atrapar.
Amarte es aprender a escuchar el silencio que habita en ti.
Cada caricia es un poema sin tinta ni papel.
El amor se mide en segundos compartidos y no en promesas.
Besarte es un viaje hacia lo que aún no sabemos de nosotros.
El deseo nace en los espacios donde la rutina se rompe.
Amar es encontrar la eternidad en un instante fugaz.
Cada abrazo es un pacto con la memoria de lo que somos.
Desear es sentir la vibración de lo que aún no ocurre.
Amarte es respirar al ritmo de tu silencio.
Cada roce es un canto que solo los cuerpos entienden.
El amor es un puente que une lo imposible con lo cotidiano.
Besarte es aprender que la piel también sabe hablar.
El deseo se multiplica cuando lo compartimos sin palabras.
Amar es un acto que no pregunta, solo transforma.
Cada suspiro es una semilla que germina en el otro.
Desear es dibujar constelaciones sobre la sombra del mundo.
Amarte es un instante que se niega a desaparecer.
Cada caricia es un territorio que exploramos sin mapas.
El amor es un río que nos lleva sin pedir permiso.
Besarte es sentir que lo eterno y lo efímero se abrazan.
El deseo vive donde la rutina se atreve a desaparecer.
Amar es escuchar la melodía que el otro toca sin saberlo.
Cada abrazo es un gesto de eternidad que cabe en un segundo.
Desear es encontrar fuego en un rincón olvidado.
Amarte es un viaje sin retorno hacia la luz de tus ojos.
Cada roce es un instante que escribe su propio poema.
El amor es una danza de sombras y luces entre dos cuerpos.
Besarte es descubrir que los silencios también pueden hablar.
El deseo es la sombra que persigue la forma del otro.
Amar es aprender a perderse sin dejar de encontrarse.
Cada suspiro es un espejo que refleja lo que sentimos.
Desear es rozar lo que nunca se deja poseer.
Amarte es un riesgo que se vuelve refugio.
Cada caricia es un instante donde el tiempo se rinde.
Paremias
Paremia
¿ Qué son los paremias?
La paremia es un enunciado corto, sentencioso e ingenioso, de origen popular, transmitido de forma invariable, en el cual se expresa un consejo, una enseñanza o una reflexión moral. Se trata de los comúnmente llamados refranes, frases y locuciones proverbiales, dialogismos, aforismos, proverbios. Por ejemplo: El que mucho abarca, poco aprieta (refrán).
La palabra “paremia” proviene del griego paroimia, compuesta por el prefijo para-, que significa ‘junto a’ o ‘de parte de’, y de la palabra oimos, que significa ‘camino’. Es decir, que se refiere a las cosas que se dicen en el camino o, tal como afirma Antonio Machado en los Proverbios y cantares, a la llamada “sabiduría del caminante”. Las paremias se han fijado en el habla y forman parte del acervo sociocultural de una comunidad hablante.
Se denomina paremiología al estudio de las paremias, y es la disciplina dedicada a recopilar su tipología en repertorios, diccionarios o corpus.
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